La Psicología: Mitos y realidades

Descripción breve de la psicología. 

El psicólogo es un profesional que, desde una visión científica, estudia cómo piensan, sienten y se comportan las personas y los grupos. 

Este profesional cuenta con el conocimiento, técnicas y habilidades para evaluar, diagnosticar e intervenir en diferentes problemáticas que pueden surgir en una persona tanto a nivel cognitivo, conductual, emocional o relacional. 

Desde un punto de vista general la aplicación de la psicología es útil en diversas áreas (clínica, laboral, educativa, social, deportiva…). Dentro de estas áreas la psicología se aplica para mejorar el bienestar y la salud mental de las personas, favorecer las relaciones interpersonales, mejorar el autoconocimiento, entrenar habilidades de comunicación, mejorar habilidades sociales…entre otras. 

Beneficios de la psicología. 

La psicología cuenta con muchos beneficios para nuestra salud mental. La psicología no solo está ligada a la psicopatología, también interviene en diferentes áreas y en diferentes contextos. Algunos de los beneficios de la psicología son: 

– Ayudar a gestionar emociones fomentando la inteligencia emocional. 

– Mejorar habilidades de comunicación y habilidades sociales. 

– Mejorar las relaciones interpersonales (pareja, amigos, compañeros, familia…) 

– Fomentar el autoconcepto y autoconocimiento para maximizar el potencial individual. 

– Mejorar la calidad de vida de las personas con enfermedades y acompañar durante el proceso de enfermedad, tanto a la persona como a sus familiares (cáncer, enfermedades crónicas) 

– Entrenamiento en habilidades para mejorar las funciones ejecutivas (memoria, atención…) y habilidades mentales. 

– Trabajo en conjunto con profesores y padres desde una perspectiva educativa. 

– Crear grupos para trabajar diferentes objetivos comunes. 

Estos son algunos de los objetivos principales de la psicología, por supuesto los objetivos son personales y dentro de cada ámbito son muy diferentes. 

Mitos de la terapia psicológica 

1. “Ir al psicólogo es para locos” : pensar como en la Edad Media se quedó demasiado anticuado y es deber nuestro ir cambiando esa forma de pensar y saber que hoy en día: 

• Tener un trastorno psicológico NO es estar loco. 
• La psicología es una ciencia que engloba muchos aspectos de la vida de las personas, no necesariamente trastornos. 

• Como ciencia, las personas que pueden ejercer esta profesión son los psicólogos, los cuales poseen la formación correspondiente, NO somos 

loqueros. 

2. “Mi amigo es mi mejor psicólogo”: Es importante distinguir entre el apoyo que recibimos de nuestros amigos y familiares, que una terapia psicológica. Siempre es bueno tener una red social fuerte con quien poder desahogarte en ciertos momentos, pero cuando ves que el problema que te perturba se vuelve persistente y se escapa de las manos, ¿Por qué no acudir a un especialista? 

3. “Los psicólogos pueden leer la mente”: Toda terapia psicológica se basa en la información que los pacientes nos proporcionan, pero en ningún caso leemos la mente. 

4. “Ir al psicólogo es para los débiles”: en el mundo no hay personas fuertes o débiles a nivel psicológico, sino que personas con más o menos recursos para hacer frente a las adversidades que se presentan. 

5. “Los psicofármacos son mejores que la terapia psicológica”: existen trastornos que requieren el uso de fármacos para aliviar los síntomas, y también existen circunstancias en las que dejar los psicofármacos puede ser perjudicial, PERO… siempre que se pueda, hay que combinar el uso de fármacos con terapia para aprender a manejar las situaciones. Y también existen problemas psicológicos en lo que no es necesario el uso de fármacos. Si tienes dudas, SIEMPRE comentar al especialista. 

6. “No creo en los psicólogos”: la psicología es una ciencia, y como ciencia no consiste en creer o no creer. 

7. “El psicólogo me dirá lo que tengo que hacer”: esta creencia es un error que, en muchas ocasiones, da lugar a agobios, enfados con la terapia incluso puede producirse abandono de la misma. La psicoterapia es un trabajo en el que la persona, con herramienta, pautas y técnicas por parte del psicólogo, va avanzando en su proceso, y no siempre de la manera que espera que acabe, pero sí de la más adaptativa. 

Entonces…¿Cuándo he de acudir al psicólogo? Para muchas personas ir al psicólogo supone ser un signo de debilidad, de no ser capaz de superar una situación solo o sola y sienten vergüenza por pedir ayuda profesional. 

Es normal que aparezca este miedo y estas resistencias por todo lo que nos han enseñado, pero acudir al psicólogo puede ayudarte a conocerte a ti mismo y así potenciar todos los recursos y habilidades escondidos en uno mismo. Puede ayudarte a ser una persona emocionalmente más fuerte, reconocer puntos fuertes y débiles y amarlos por igual. 

Por eso creemos que tomar la decisión de empezar un proceso de terapia es una de las decisiones más difíciles y más valientes que se pueden tomar, pero también es un acto de amor propio y de autocuidado. 

Destacamos algunos de los motivos para acudir a terapia psicológica: 

– Los intentos previos para solucionar el problema no han funcionado. 

– Dificultad para gestionar emociones como la rabia, la angustia, ansiedad, la tristeza… 

– Ánimo inestable. 

– Inicio de hábitos tóxicos para solucionar el problema y alivio de síntomas que generan malestar. 

– Pensamientos rumiativos o bloqueo mental. 

– Cambios en la alimentación o el sueño. 

– Dejar de hacer actividades que antes hacías y que ahora no estás motivado a hacerlas y no son placenteras. 

– Dificultad en las relaciones interpersonales. 

– Estar viviendo una situación complicada que nos genera malestar (divorcio, duelo, enfermedad…) 

Estos son algunos de los motivos por los que acudir a terapia y por los que debemos plantearnos buscar ayuda de un profesional. Por supuesto, hay infinidad de motivos para tomar la decisión de acudir a un profesional y todos son igual de importantes. Entre los servicios de terapia que ofrecemos en Psiconar, podemos destacar la psicología perinatal, entre otros.

Recuerda que lo más importante es cuidarnos para poder cuidar.